Llevo días sin encontrar ese momento para escribir.
En una semana me he dado cuenta que a veces, el dolor puede llegar a estar muy hondo. Y ese dolor, oculta las palabras. Pero precisamente ese es el misterio más bonito que existe en este planeta, lo oculto.
En una semana me he dado cuenta que a veces, el dolor puede llegar a estar muy hondo. Y ese dolor, oculta las palabras. Pero precisamente ese es el misterio más bonito que existe en este planeta, lo oculto.
Y es bonito porque a veces, es necesario el silencio.
Nunca antes me había planteado la idea loca de obsesionarme con el silencio. Con mi silencio.
El silencio crea en mí conversaciones fascinantes que jamás se me hubieran planteado si no dedicara tiempo a mi misma.
Hoy he creído oportuno transmitir sin hablar.
Háblame sin hablar, lo necesito.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario