Insatisfacción

- ¿Cómo puede ser que seas así?
- ¿Cómo se supone que soy?
- Tú ya lo sabes...
- Prefiero que me lo digas tú
- Has arriesgado toda tu vida. Te has empeñado en sacrificar todos los segundos de tu existencia, todos. 
- ¿Todos?
- Sí, todos los segundos, pero te olvidaste de conocer los segundos que están metidos dentro mi reloj. Cada uno de los segundos que he estado mirando hasta que me cansé. 
- No puedes decirme que te cansaste...
- Déjame tranquila, tú ya no entiendes de cansarse, sólo conoces tu riesgo, pero nuestro riesgo no sabes lo que es!
- Y entonces, ¿ahora qué?
- No empieces con preguntas, olvidaste lo más importante, así que ya no hay respuesta coherente para tus preguntas.
- Pero quiero decir, ¿cómo se supone que debemos actuar?
- No se actúa, ahora sólo se piensa. Dedícate a imaginar qué estaríamos haciendo si no hubieras dado la vuelta a todos los planes. Trata de imaginarnos sentados mientras elegimos el mejor menú de los recuerdos.
- Pero...
- No hay peros ¿eh? Ah, y trata de abrir (imagínatelo, claro) una buena botella de cava, estaríamos brindando por cosas que no conocemos. Pero aún así, nos encantarían.
- No puedo imaginármelo...
- Entonces, deberías haberlo pensado antes. Ahora, si quieres, puedes arrepentirte por destrozar a pedazos una historia. 


I've promised myself I won't do that again...


No hay comentarios:

Publicar un comentario