Tú derecha y yo izquierda. Tú izquierda y yo derecha. Lo entendí hace tiempo, pero me da igual seguir tropezando con la misma piedra cien veces más. Adoro esta idiota sensación de imaginar mil relatos en décimas de segundo, estoy acostumbrada desde que me tropecé con tipos como tú.
Lo extraño es que, desde que me perjuré a mi misma que no te miraría a los ojos como aquella primera vez, me di cuenta que tal vez, me gustaba seguir engañándome.
Tú iniciaste un juego y yo desconocía las reglas.
Cuando se habla con la razón es fácil coger el silbato y realizar un jaque-mate.
Pero deberías entender que cuando se habla con el corazón...
... todo es mucho más difícil.
Me gusta mucho tu blog, tu nombre y tus entradas :) te sigo! Espero que te pases por mi blog, un beso enorme :)
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