Y ella se fue

Esta vez el sueño era diferente. Ella estaba dando lo mismo que él le había estado dando hasta ahora. Le tenía enfrente, justo a pocos centímetros, los necesarios para sentir esas inspiraciones taquicárdicas. 
Ninguno de los dos era capaz de apartar la mirada, se lo estaban diciendo todo en el silencio. Gritos, deseo, desesperación, agonía, dolía hasta al respirar, sensualidad...todo en medio de ese silencio. Un silencio que hubiera bastado si durase una eternidad, lástima.
Pero ella era consciente de todo el infierno que le esperaba si seguía manteniendo aquella mirada, la amenaza constante del sufrimiento a cuestas.
Una decisión difícil que tomar sabiendo que él no cambiaría el mundo en un día. Y ella se fue.
Cerró la puerta guiñándole un ojo, una despedida fría sabiendo que esa vez sería la última vez de una historia y que tal vez, cuando el destino quisiera volver a entrelazar miradas, volverían a hablar en silencio.
Un portazo que equivalía a una despedida. La despedida más amarga cuando sabes que la razón no entiende de amor.

Se cansó de promesas.










Y sentía el dolor en el pecho. Una opresión tirando hacia el centro-izquierdo. Sentía ese dolor en el corazón.

Y ella lo decidió. Ella se fue cantando esta canción...




BASTABA...




1 comentario:

  1. Que puro y bonito es el amor cuando con un silencio o una simple mirada es tu alma la que todo lo dice. Si sales deja la puerta entreabierta, como has dicho el mundo no cambia en un solo dia. Gracias por ser tu la que haces que las almas despierten. No estaba esquivocado.

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