No, ¡espera!

Cuando intentaba resolver el enigma de aquella canción ("De alguna manera...") no era consciente de lo que podía significar el tiempo. Y así ha sido. Ha bastado con unos segundos convertidos en minutos. Minutos en horas. Horas en días, hasta llegar a hoy.
Tal vez podría brindar y festejar por esta fractura de caos emocional que empezaba a forcejear en mi proyecto de vida. O tal vez podría beberme a sorbos todo lo que he ido recogiendo durante todo este tiempo. 

No, ¡espera!

Me encantaría estar en mi sofá, darle al PLAY y poner la película de mi vida. ¿Te atreves?

Descubrirme. Sentir un odio contradictorio en los movimientos que proyectan mis acciones. Volver a descubrirme. Hacerlo de manera apresurada y repetitiva, como un tic. 
Descubrir la voz que me define, moldear un cuerpo inquieto para observar el desconocimiento. Expresar con la mirada cualquiera que sea la sensación que me inquieta. 
Repetir a diario todo esto y acostarme sabiendo quién soy. 
Ser consciente de que nadie podrá bailar mis deseos mejor que yo. 

Cuando llevas toda una vida esperando vivir justo el momento que tienes entre tus manos es difícil desvelar los secretos que has peleado para poder llegar a él. Sólo puedo dejarme llevar por esta sensación de libertad.

ESO ES... DEJARME LLEVAR.



Feliz semana a todos. Y esto de abandonar disimuladamente mi blog no volverá a ocurrir, sigue siendo mi espacio, mi pequeño rincón.








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