Alarmas de incendios

Vértigo. Pequeñas partículas que dejamos ir y desprenden miedos mientras nos empeñamos en titubear. Seres inoportunos y repletos de una agonía incontrolada. Si tratamos de justificarnos sólo podremos llegar al mismo bucle irónico e interminable.
Cuatro soplos de otra frescura bastaron para idealizar algo que no forma parte de mi.
Preguntas y miedos, alarmas de incendios en medio de un gran desierto.

Sólo quiero eso. Y sólo me queda encontrarlo.