Aquella fotografía dibujaba tu sonrisa con la mía,
y aquel marco desenmascaraba la falsa realidad.
Quizás debería escuchar antes tu historia,
pero me pregunto cuántas veces serías capaz de escuchar tú la mía.
Si te vas a ir no me digas cuándo.
Y si vuelves para quedarte procura quedarte para no volver a irte.