A veces soy espejo. Otras me conformo con ser sólo el reflejo. Rabia, Melancolía. O eso creo. Odio profundamente los delirios, igual que unas uñas arañando un porexpan. Mis orejas te han seguido como ojos y los ojos te han oído sin silencio,
A veces soy canción. De Sabina, de Jorge Drexler y de Ismael Serrano. También soy de Chavela. Puro destrozo, pura inquietud por morderme las uñas y pensar cómo colocar mi moflete en tu pecho.
A veces soy corazón. De sístole, de diástole. Con arritmia paroxística sin freno remediable. Que explota, que nace. Y muere. Y nace otra vez.
A veces soy todo. Y también nada. Vacío, ira, volcán. Alarma sin sonido, incendio sin fuego, reloj sin aguja, vaso sin agua.
Todo por nada
y nada por ser todo.
A veces soy yo.
Sólo cuando me escucho.
Todo y Nada
No hay comentarios:
Publicar un comentario