No sé qué tiene el sofá, la cama, la manta y el termómetro. Pero es una mezcla entre sentirse aplastada, sensación de inutilidad y una manera fácil de darle vueltas a las cosas. Sí, en exceso.
El caso es que debido a la poca sociabilidad que estoy viviendo en estos tres últimos días me he puesto al día de cómo está el mundo. Y me he horrorizado, se me han puesto los pelos de punta y me he repetido a mi misma estas palabras "tranquila, es sólo algo pasajero".
He visto elefantes, escopetazos en pies y desgracias múltiples en los informativos (lo poco que me ha dejado ver mi malestar físico). Pero lo he visto. Y me he escandalizado ferozmente. ¿Ésta es nuestra realidad?
Luego criticarán a las personas que ven programas "sumamente espantosos" dónde se ve la vida de "4 personajes" cuya vida no importa a nadie. Sí, hablo de Gran Hermano, por ejemplo. Pues oiga, yo prefiero reír a carcajadas con "4 personajes" a seguir tirándome de los pelos con impotencia viendo como algunos se atreven a atentar contra sus principios y los de los demás. Dejemos este tema, que me enciendo como una mecha eterna.
En definitiva, espero recuperarme ya para seguir dando guerra, que esto del sofá y la cama ha creado en mi mente un bucle sin escapatoria. Los mismos temas, las mismas sensaciones y las mismas historias cuando no sabes a que más aferrarte. Que alguien se apiade de mi y me mande un toque de energía que necesito respirar aire puro.
Una canción que me está dando un poco de energía en el sofá.
Y aquí sigo yo. Con mi manta, mi termómetro, mis medicamentos, mis comidas ligeras y mi portátil (a ratos, que no me aguanto).
Un saludín.
Que te recuperes pronto, Lau. Besos!!
ResponderEliminar